Con esto de la "presunta" muerte (pues nadie ha visto fotos del cadáver) de Bin Laden estamos todos más contentos que unos niños con zapatos nuevos; además, se han reunido en pocos días la boda de Eduardo y Kate, la beatificación de Juan Pablo II, el 1 de mayo y la celebración del "día de la madre".
Dentro de la natural alegría de saber que, al menos por ahora, el terrorismo radical islamita está descabezado no hay que perder de vista que queda el lugarteniente, un... Continuar leyendo